Seleccionar página

Especialidades en
patologías y
cirugía de rodilla

El Dr. Yela Verdú tiene una amplia y contrastada experiencia en el tratamiento de la patología de la rodilla, así como en el tratamiento de la patología deportiva que afecta a la rodilla.

especialista en reumatologia

Patologías

Artrosis de rodilla

La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago de la articulación, provocando imposibilidad para la realización de las actividades diarias y la necesidad de tomar analgésicos de forma crónica. Existen diversas opciones de tratamiento en función del tipo de afectación que presenta la articulación.

Lesiones multiligamentosas

Son lesiones que habitualmente surgen como consecuencia de traumatismos de alta energía. Involucran lesiones del ligamento cruzado trasero (LCP) y de los ligamentos colaterales. Su tratamiento requiere un amplio conocimiento de la anatomía y biomecánica de la rodilla.

Lesiones LCA

La ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las lesiones más frecuentes en la rodilla. Este ligamento es uno de los principales estabilizadores de la rodilla. El objetivo de reconstruirlo es la restauración de la estabilidad.

Lesiones meniscales

Las roturas meniscales son muy frecuentes, pudiendo ser traumáticas o degenerativas. Existen varias alternativas para su tratamiento, ya sea de forma conservadora –sin necesidad de una intervención quirúrgica– o quirúrgicas.

Lesiones del cartílago

Las lesiones del cartílago articular pueden afectar sólo al cartílago (lesión condral) o afectar, también, al hueso adyacente (lesión osteocondral). Por tanto, las técnicas quirúrgicas que se pueden realizar variarán según el tipo de lesión.

Síndrome rotuliano doloroso e inestabilidad

El dolor anterior de rodilla afecta a un gran porcentaje de la población, provocando gran impotencia para llevar a cabo ciertas actividades. Su estudio –tanto clínico como radiológico– es básico para un correcto tratamiento.

Técnicas quirúrgicas

Prótesis total de rodilla

Este tipo de prótesis se implanta cuando la artrosis afecta a la articulación entera. Consiste en sustituir el cartílago dañado. Está formada por una pieza que se implanta en el fémur, otra que se implanta en la tibia y, por último, una tercera pieza de polietileno –un plástico de mucha resistencia– que permitirá el juego entre la tibia y el fémur. En algunos casos, también se añadirá una cuarta pieza en la rótula. Para implantar una prótesis de rodilla es necesario realizar cuatro cortes en el fémur, uno en la tibia y, en su caso, uno en la rótula. Para fijar la prótesis en el hueso, se utilizan cementos especiales.

Una vez realizada la operación, se puede empezar a cargar peso sobre la pierna ya doblar el rodilla casi de inmediato. Un buen tratamiento de rehabilitación será esencial para completar la intervención con éxito.

Prótesis unicompartimental de rodilla

Esta prótesis es adecuada cuando la artrosis sólo afecta a uno de los dos compartimentos (interno o externo) siempre que el paciente cumpla una serie de criterios clínicos y radiológicos. Consiste en realizar cortes en el fémur y la tibia, pero sólo en uno de los lados del rodilla.

El dolor después de la intervención suele ser menor que cuando se trata de una prótesis total. Por lo general, el tiempo de recuperación también es inferior. De nuevo, la rehabilitación va a jugar un papel principal para completar la intervención con éxito.

Osteotomías

Se pueden realizar osteotomías tanto en la tibia como en el fémur. El principal objetivo es corregir la deformidad que pueden presentar las extremidades inferiores. En pacientes con una deformidad en var (rodillas arqueadas), el origen de la deformidad suele encontrarse en la tibia. En estos casos, se pueden realizar osteotomías tibiales valguizantes correctores. De esta forma, procedemos a desplazar el eje de carga de la extremidad hacia la parte sana de la rodilla.

Existen dos tipos de osteotomías valguizantes de tibia (OTV), las de adición medial –presentan la ventaja de ser técnicamente más precisas, con la desventaja de una mayor tasa de no consolidarse y la necesidad de injerto– y las de sustracción externa –que son menos precisas, deforman la metafisis proximal de la tibia y, por tanto, pueden dificultar la posterior prótesis total de rodilla, pero se consolidan rápidamente sin necesidad de injerto. La indicación sobre el tipo de osteotomía dependrá de los aspectos clínicos, que serán valorados en la consulta.

En pacientes con deformidad en valgo (rodillas en X), el origen de la deformidad suele situarse en el fémur. En estos casos pueden realizarse osteotomías femorales varizantes correctoras. Los tipos de osteotomías posibles son los mismos que para la tibia y se valorarán según criterios clínicos.

Actualmente, el Dr. Yela lidera un proyecto de guías 3D personalizadas, con el objetivo de mejorar el resultado de la corrección planificada de forma preparatoria.